Aldo Moro

Fue en dos ocasiones primer ministro de Italia, entre 1963 y 1968, y de nuevo desde 1974 hasta 1976. Su carrera se inicia en los últimos años de la dictadura fascista, en los grupos católicos juveniles (GUF y FUCI). Tras la Segunda Guerra Mundial, Moro fue elegido diputado de la Asamblea Constituyente italiana de 1946, ayudando a redactar la constitución de la República Italiana. Fue reelegido en 1948 y en sucesivas ocasiones hasta su asesinato. A principio de los setenta fue uno de los líderes políticos que se fijó en el proyecto eurocomunista de Enrico Berlinguer llamado Compromesso Storico. Este líder comunista italiano proponía una conjunción solidaria entre comunistas y cristianodemócratas italianos para afrontar la situación de grave crisis económica, social y política que vivía Italia. Moro, entonces presidente de la Democracia Cristiana, ayudó a buscar una fórmula para llegar a un gobierno de concentración, llamado por él de solidaridad nacional. El 16 de marzo de 1978, miembros de las Brigadas Rojas, encabezados por Mario Moretti secuestraron a Moro (después de asesinar a sus 5 escoltas) en via Fani (Roma) cuando iba de camino a una sesión del congreso italiano en la que se iba a informar y a votar una moción de confianza de esta cámara sobre el nuevo gobierno encabezado por Giulio Andreotti, por primera vez con el apoyo del Partido Comunista Italiano. Era la primera vez que se ponía en práctica el llamado Compromesso storico. El secuestro de Moro y las causas y métodos por los que fue asesinado todavía son una incógnita, a pesar de muchos intentos y docenas de investigaciones particulares. La gran mayoría de las circunstancias en que se produjo la muerte de Moro son un misterio. Algunos investigadores sugieren que el asesinato de Moro podría haber sido orquestado por la masonería italiana, en concreto por la logia P2, y también que las Brigadas Rojas estaban profundamente infiltradas por elementos de la CIA estadounidense. Muchas de estas teorías suponen que el esfuerzo hecho por Moro para admitir a miembros del PCI en una coalición gubernamental habían disgustado profundamente a los Estados Unidos. Por ello piensan que en realidad las Brigadas Rojas eran instrumentos de poderes ocultos, pero no existen pruebas que avalen estas hipótesis. Sin embargo, la viuda de Moro posteriormente narró un encuentro con Henry Kissinger y un oficial de inteligencia norteamericano que les advirtió sobre su estrategia de introducir al Partido Comunista en el gabinete, con la amenaza: «Debe abandonar su política de colaboración con todas las fuerzas políticas de su país… o lo pagará más caro que el chileno Salvador Allende». Según su mujer Moro quedó tan conmocionado por la amenaza que llegó a enfermar, pensando incluso en retirarse de la política.3

El asesinato del Primer Ministro Aldo Moro, llevado a cabo por las Brigadas Rojas (Brigate Rosse) en 1978, también se ha vinculado a la oposición desplegada desde los niveles directivos de la Operación Gladio contra la política de Moro sobre «compromiso histórico» (compromesso storico) entre el PCI de Enrico Berlinguer y la Democracia Cristiana. La investigación del secuestro y homicidio se tiñó de sospecha por la estrategia ocultista del Estado. De hecho, el juez Felice Casson4 manifestó que descubrió la existencia de la Operación Gladio4 leyendo las cartas que Aldo Moro mandó desde su lugar de detención.4 Un informe parlamentario de 2000 hecho por El Olivo concluía que: la estrategia de la tensión tenía como objetivo impedir al PCI, y en menor medida al PSI, acceder al poder ejecutivo. El político que actua para la mayoría de la población es eliminado

Francis Bacon, verdadera identidad de Shakespeare

http://www.filosofia.mx/index.php?/perse/archivos/el_bardo_shakespeare_y_mister_b/

El bardo Shakespeare y mister B.

Autor: Umberto Eco

  • Publicado: October 11, 2006

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Es bien conocida por los bibliófilos y estudiosos del Bardo la “Bacon-Shakespeare Controversy”. Desde hacía mucho tiempo, especialmente en algunas alusiones debidas a Selenus (que en realidad era el duque de Brunswick), pero sobre todo en la estela de numerosas especulaciones nacidas en ambientes Rosa-Cruz, se sospechaba que el verdadero autor de las obras de Shakespeare era Lord Francis Bacon. Ahora bien, sólo el siglo pasado y a principios de éste se produjo una vasta bibliografía sobre el argumento, de la que me limito a citar sólo los textos mayores (y nótese cómo en la polémica participaron también científicos insignes como el matemático Georg Cantor): Selenus Gustavus, Cryptomenytices et Cryptographiae Libri IX (1624); Cantor Georg, Die Rawley»sche Sammlung von zweiunddreissig Trauergedichten auf Francis Bacon (1897); Donnelly Ignatius, The great Cryptogram (1888); Durning-Lawrence, Sir Edwin, Bacon is Shake-Speare (1910); Reed Edwin, Bacon and Shake-Speare Parallelism (1902); Stopes C., The Bacon-Shakespeare question answered (1889); Theobald Bertram G., Francis Bacon concealed and revealed (1930); Theobald Robert M., Shakespeare studies in baconian light (1901); Wigston W.F.C., Francis Bacon (1891).

Brevemente: el debate nacía de la convicción de que un hombre de escasa cultura e ínfima extracción social como Shakespeare (en definitiva, un actor) no habría sido capaz de elaborar textos de semejante valor artístico y profundidad de pensamiento. Parecía más aceptable la idea de que Shakespeare era sólo un testaferro, o a lo sumo aquel que ponía en escena y recitaba las obras que se le atribuían, pero que las obras se debían a un personaje de gran ingenio y sensibilidad. Nadie por aquel entonces podía exhibir tales cualidades como no fuera Francis Bacon, filósofo, hombre político, sutil literato como prueba su New Atlantis, y profundo conocedor del ánimo humano. Todos los textos citados demuestran, a veces reimprimiendo las obras shakesperianas y subrayando o marcando en rojo los pasos relevantes, cómo todo el Opus del Bardo, tal y como aparece en el infolio de 1623, contiene alusiones, indicios cifrados, criptogramas totalmente leíbles que revelan la paternidad baconiana.

La que es menos conocida es la simétrica Shakespeare-Bacon Controversy. Para escribir todas las obras de Shakespeare, se decía, no sólo las tragedias sino también los inmortales sonetos, era necesario el trabajo de toda una vida. ¿Cómo habría podido Bacon encontrar el tiempo para llevar a cabo ese trabajo titánico, como no fuera delegando en otros el esfuerzo de escribir sus obras filosóficas?

Por lo tanto, se elaboró la hipótesis de que Shakespeare, que era, con todo, un hombre de no pocas habilidades, había sido asalariado para tal finalidad por Bacon. La extracción social de Shakespeare probaría también la vena de sano sentido común con el que están concebidas las obras baconianas. Así pues, Shakespeare sería el autor de las obras que ahora se atribuyen a Bacon. La bibliografía sobre el argumento ha sido tan rica como la simétrica citada arriba, y contiene páginas enteras de la obra baconiana, subrayadas o impresas en rojo, donde aparecen claros indicios criptográficos de la paternidad shakesperiana. Y he aquí algunos títulos que he conseguido encontrar sobre este fascinante debate: Cantor Georg, Die Rawley»sche Sammlung von zweiunddreissig Trauergedichten auf Shakespeare (1899); Donnelly Ignatius, The small cryptogram (1890); Durning-Lawrence, Sir Edwin, Shake-Speare is Bacon (1920); Reed Edwin, Shake-Speare and Bacon parallelism (1905); Stopes C., The Shakespeare-Bacon question answered (1889); Theobald Bertram G., William Shakespeare concealed and revealed (1936); Theobald Robert M., Bacon studies in shakespearean light (1903); Wigston W.F.C., William Shakespeare (1899).

En un determinado momento, los partidarios de la Bacon-Shakespeare y los de la Shakespeare-Bacon Controversy se pusieron razonablemente de acuerdo. Se podía sostener que Bacon era el autor de las obras de Shakespeare y Shakespeare el autor de las de Bacon sin que las dos teorías se contradijeran. Por otra parte las pruebas textuales eran absolutamente indiscutibles en ambos casos. La objeción puntillosa de Julius Stapleton (If so, why? London, Faber &Faber 1930), es decir, que si Bacon era el autor de las obras de Shakespeare y no de las suyas, no podía haber diseminado en la obra de Shakespeare indicios que se referían a las obras de Bacon, que podía ignorar perfectamente, y que si Shakespeare era el autor de las obras de Bacon no había razón para insertar remisiones a la obra de Shakespeare, de la cual podía saber poquísimo (estas objeciones fueron tachadas de escepticismo positivista y se las dejó de lado rápidamente). Aún así, quedaba abierta otra cuestión.

Si Bacon era el autor de las obras de Shakespeare, no habría podido concebirlas sin una frecuentación cotidiana del mundo del teatro –por no decir que no habría podido escribir sus Sonetos si, en vez de frecuentar cada día a la reina Isabel, no hubiera tenido tiempo de frecuentar a la Dark Lady –y viceversa, si Shakespeare era el autor de la obra de Bacon, no habría podido concebirla sin una frecuentación cotidiana de la sociedad cultural de Londres y de la misma corte. Por lo tanto, debía suponerse no sólo que Bacon era el autor de las obras de Shakespeare, sino que suplantó directamente a Shakespeare en la dirección cotidiana del Globe; y a la inversa por lo que concernía a la presunta obra baconiana. Por consiguiente, Shakespeare, es decir, aquel que la gente reconocía como Shakespeare, de hecho era Bacon, y Bacon era Shakespeare. ¿De quién son, pues, los retratos que nos han llegado como retratos respectivamente de Shakespeare y Bacon? Los retratos de Shakespeare retrataban evidentemente a Bacon y los de Bacon a Shakespeare. Pero, ¿cuándo se produjo la sustitución? Si se produjo cuando ambos personajes tenían ya una cierta edad, durante el resto de sus vidas habrían sostenido una insostenible ficción, y cabe preguntarse si en ese estado de ánimo Bacon podía mantener la serenidad necesaria para concebir el Opus shakesperiano, y Shakespeare la agudeza indispensable para concebir el Opus baconiano. Si, en cambio, la sustitución se produjo, digamos, en la cuna, entonces de hecho Shakespeare se consideraba Shakespeare y Bacon Bacon. Lo único que habría podido iluminarles sobre su identidad real habría sido una prueba del adn, por aquel entonces inconcebible.
Por lo tanto, a la luz de esta última hipótesis, Shakespeare era Shakespeare y Bacon Bacon. Así pues, la obra de Shakespeare era de verdad de Shakespeare y la de Bacon de verdad de Bacon. Muchos de los estudiosos que habían animado la Bacon-Shakespeare-Bacon Controversy (que para algunos era la Shakespeare-Bacon-Shakespeare Controversy) con el tiempo se desdijeron, como demuestra la bibliografía que se alega: Donnelly Ignatius, There was no cryptogram (1899); Durning-Lawrence, Sir Edwin, Shakespeare was Shakespeare (1925); Reed Edwin, Shakespeare and Bacon: an incompatibilty (1910); Stopes C., Fuck Shakespeare (and Bacon too)! (1890); Theobald Bertram G., Both Shakespeare and Bacon did not exist (1936); Theobald Robert M., Bacon-Shakespeare studies discombabulated (1906); Wigston W.F.C., Was Shakespeare Kaspar Hauser, the masonic mask (1900).

Tan sólo Cantor permaneció insensible al problema gracias a una teoría que había elaborado, la teoría de la Absoluta Identidad de los Conjuntos Nada Normales, afirmando que, si dos personas están locas –y locos no podían no estar, o por elección o por condena, los dos desafortunados isabelinos–, entonces ninguno de los dos podía saber ya quién era quién, y el grado máximo de confusión se alcanzaría en el momento en que Shakespeare se creyera Shakespeare y Bacon Bacon.

Está claro que, llegada a este punto, la controversia podía decirse acabada. Sólo pocas alusiones a sus últimos coletazos. Es conocida desde hace tiempo la afirmación de María Kodama por la que tanto las obras de Shakespeare como las de Bacon son fruto de un trabajo inédito de Pierre Menard (que más tarde los presuntos autores transcribirían de memoria). Recientemente Antonio Tabucchi (Sostiene Ulloa, impreso a expensas de Mediaset) avanzaba la hipótesis de que las escribió Pessoa. Casi en la misma época, Roberto Calasso, remitiéndose a un voluminoso manuscrito debido a la pluma de Roberto Bazlen, demostraba que ni Shakespeare ni Bacon escribieron nunca nada (el primero fue asesinado cuando era joven en la Cripta de los Capuchinos en Viena; el segundo al haber decidido, en el cementerio judío de Praga, tras leer la opera omnia de Emanuele Severino, que si el error de Occidente es el error de Occidente, entonces más valía callar). Por consiguiente, la editorial Adelphi anunciaba la publicación inédita, en edición crítica, de todas las obras de Shakespeare y de Bacon, a cargo de Mazzino Colli, ilustradas con las ruedas mnemotécnicas de Giordano Bruno.

Pero a los de Adelphi se les adelantaban los herederos de Scheiwiller, que anunciaban una edición para coleccionistas, con aguafuertes del nieto de Ardengo Soffici, así como Franco Maria Ricci, que abría una suscripción para una edición de lujo de 100 ejemplares numerados de I a IV, en pergamino árabe con reproducción de los manuscritos autógrafos, introducidos por un ensayo de Albucasim-al-Yagar-Kuwarizmi-ibn-Kaldun-Hasan-de Baldach (siglo XII), encuadernado en piel humana, y de 10 ejemplares en papel Fabriano azul, acid-free y lavable, numerados de 1 a 2456. Ambos proyectos encallaron gracias a Silvio Berlusconi que, en una transmisión del Michele Santoro Show de la televisión búlgara, anunciaba: “Bacon soy yo”, añadiendo: “ad interim”. Luego, contestando a una pregunta de los periodistas sobre Shakespeare: “Sería mejor que la gente de cine se ocupara de cine y no de política”.

Umberto Eco

Crítico literario, semiólogo y novelista italiano. Nació el 5 de enero de 1932 en la ciudad de Turín. Licenciado en filosofía por la Universidad de dicha ciudad, se gradúa en 1954 y a partir de ese año es profesor de estética y semiótica en universidades como las de Milán, Bolonia, Florencia y Turín.

Notas:Traducción de Helena Lozano
Artículo del portal electrónico:  http://www.elcultural.es

Cristianismo y Reencarnación

La Historia de La Conspiración contra La Reencarnación

EL CRISTIANISMO Y LA REENCARNACIÓN

Investigación

De

Luis Padrón

Publicado el 2 Abril, 2010

El Cristianismo y la Reencarnacion (1era parte)…

Ayer estaba leyendo un artículo que decía que actualmente, el 40% de los católicos creen en la reencarnación, y debajo, estaba la reacción de un sacerdote diciendo que: “¡la reencarnación no es un concepto católico, y que cualquier católico que crea en la reencarnación, en realidad no lo es!”

Hace tiempo leí un libro sobre las “enmiendas” que ha sufrido el catolicismo y la biblia, entre las cuales decía que:

“la reencarnación formaba parte de las creencias de los cristianos originales”; pensando en esto, me conseguí este escrito en internet que me pareció muy interesante.

En ningún caso se trata de una crítica del catolicismo, sino de un estudio objetivo

Dentro del Cristianismo este concepto ha sido muy mal interpretado en muchas ocasiones, llegando hasta el punto de haber sido declarado anatema (herejía) en cierto momento histórico por razones políticas cuando el Cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano. Esto ocurrió a pesar de que el concepto de la Reencarnación se encontraba claramente en La Biblia y era profesado por algunos padres de la Iglesia.

Afortunadamente, gracias a la investigación de muchos historiadores y al descubrimiento reciente de varios documentos históricos que revelan nuevas perspectivas sobre los orígenes del Cristianismo, hoy sabemos cómo, cuándo y por qué ocurrió este aparente desacuerdo entre la Teología Cristiana oficial y la doctrina de la Reencarnación.

Si la reencarnación era una idea en circulación entre los primeros Cristianos, ¿por qué ha desaparecido de la religión Cristiana tal y como la conocemos hoy?

Es difícil de creer, pero, ¡quien proscribió el concepto de reencarnación del Cristianismo fue… ¡un emperador romano! Y lo hizo por propósitos muy mundanos.

A principios del siglo cuarto, las más fuertes facciones Cristianas pugnaban unas con otras por influencia y poder, mientras que al mismo tiempo el Imperio Romano se desmoronaba.

En el año 325 DC., en una movida para tratar de renovar la unidad del imperio, el dictador absoluto Emperador Constantino convocó a los líderes de las facciones Cristianas en pugna al Concilio de Nicea.

El les ofreció lanzar todo su poder imperial a favor de los Cristianos si ellos resolvían sus diferencias y acordaban un credo único. Las decisiones que se hicieron en este concilio crearon la fundación de la Iglesia Católica Romana. (Al poco tiempo, los libros de la Biblia serian editados y ‘corregidos’ también).

A favor de la unidad, todas las creencias que entraran en conflicto con el nuevo credo serian descartadas; en el proceso, las facciones y los escritos que soportaban la reencarnación, fueron desechados.

Aparentemente, algunos Cristianos, continuaron creyendo en la reencarnación aún después del Concilio de Nicea, porque en el año 553 DC., la Iglesia tuvo la necesidad de enfrentar de nuevo el concepto de la reencarnación y condenarlo explícitamente.

En el Segundo Concilio de Constantinopla el concepto de la reencarnación, unido con otras ideas bajo el término “preexistencia del alma”, fue decretado como un crimen merecedor de la excomunión y condenación eterna (anatema).

Verás:

En el año 543 de la era presente, el Emperador Justiniano I (considerado por los historiadores como el último emperador romano), convocó un sínodo en Constantinopla, con el único propósito de condenar las enseñanzas de Orígenes sobre la doctrina de la reencarnación aunque el pretexto fue otro: Deliberar sobre los “Tres Capítulos” de las iglesias disidentes (consideradas por Justiniano como rebeldes y heréticas) que no se encontraban bajo el poder directo de Roma. Orígenes era en ese entonces, el más respetado y amado Padre de la Iglesia Cristiana original.

El Mandato Imperial contra el Papa

El concilio, conocido también como el Segundo Concilio Ecuménico fue presidido por Eutiquio, aspirante al patriarcado de Constantinopla, obviamente sujeto a Justiniano, y contó con la presencia de 165 obispos.

Pero el Papa Virgilio, cuya presencia había sido requerida por el Emperador, se opuso fuertemente al concilio y se refugió en una iglesia en Constantinopla, temeroso de la ira vengativa del malvado Emperador.

El Papa no estuvo presente en ninguna de las deliberaciones ni envió representante alguno y por lo tanto, jamás aceptó que la doctrina de la reencarnación fuera proscrita del credo cristiano.

El concilio, bajo el total control del Emperador y en la ausencia del Papa, elaboró una serie de anatemas; unos historiadores dicen que fueron 14 y otros que fueron 15, anatemas que fueron dirigidas intencionalmente en contra de las tres escuelas de pensamiento a las que calificaron como heréticas, cuyas creencias Justiniano veía como enemigas de sus intereses políticos y que tenían a Orígenes como su teólogo más respetado.

Dichos documentos fueron conocidos, a partir de entonces como “Los Tres Capítulos”. Dos de los anatemas elaborados por Justiniano, son los siguientes:

1. Quien dijese o pensase que las almas humanas pre-existían como espíritus y poderes santos pero que llegaron a saciándose de la visión de Dios se tornaron malas y que debido a esto el amor divino dentro de ellas se extinguió y de este modo se convirtieron en almas condenadas a ser encarnadas en cuerpos como castigo, sea anatema.

2. Quien dijese o pensase que el alma del Señor preexistía unida a Dios el Verbo antes de la Encarnación y su Concepción en la Virgen, sea anatema.

Muchos de los Padres de la Iglesia Cristiana aceptaban la enseñanza de lo que llamaban, Cristianismo Esotérico (o Sabiduría Escondida) que defendía la verdad sobre la Reencarnación. Por ejemplo:

“No puse por escrito todo lo que pienso pues hay un cristianismo esotérico que no es para toda la gente.”

San Clemente de Alejandría
(150-220).

“El Alma vive más de una vez en cuerpos humanos, pero no puede
recordar sus experiencias anteriores.”

Diálogo con Trifo. Justino
Mártir (100-165).

Considerado el Padre de la Ciencia de la Iglesia, Orígenes (185-254) sostenía:

“La preexistencia del alma es inmaterial y por tanto sin principio ni
fin de su existencia. Las predicciones de los evangelios no pueden
haberse hecho con la intención de una interpretación literal. Hay un
progreso constante hacia la perfección. Todos los espíritus fueron
creados sin culpa y todos han de regresar, por fin, a su perfección
original. La educación de las almas continúa en mundos sucesivos.

El alma frecuentemente encarna y experimenta la muerte. Los cuerpos son como vasos para el alma, la cual gradualmente, vida tras vida debe ir llenándolos. Primero el vaso de barro, luego el de madera, después el de vidrio y por último los de plata y de oro.”

¡Es en este evento, presidido por un monarca y no por un religioso, que el cristianismo condena la idea de la reencarnación!

Pero el poder de Justiniano fue más que suficiente para hacer que su decisión personal de proscribir la reencarnación del canon cristiano prevaleciera por encima de las creencias del mismo Papa.

Los sucesores de Virgilio, incluyendo a Gregorio el Grande (590-604), aunque se ocuparon de diversos asuntos que surgieron a partir del Quinto Concilio, no mencionaban en lo absoluto nada acerca de los conceptos de Orígenes relativos a la doctrina de la reencarnación.

Lo que Justiniano hizo, fue forzar la aceptación de su decisión personal a lo que parece ser meramente una sesión de obispos que nunca fue realmente un concilio, ya que no contó ni con la presencia ni con la aprobación del Papa.

Después de todo, ¿qué obispo podría haberse opuesto a él y rehusarse a seguir sus órdenes?

Es a partir de entonces, que la noción de la reencarnación, desapareció del pensamiento cristiano en Europa, y muchos creen todavía hasta el día de hoy, que la no aceptación de la reencarnación es un verdadero dogma inspirado.

¡Todo por la decisión de…un emperador romano!

Es un hecho que algunos grupos Cristianos y escritores, aceptaban la reencarnación como una extensión de las enseñanzas de Jesús de Nazareth.

Orígenes de Alejandría, uno de los aclamados Padres de la Iglesia y descrito por San Gregorio como “el Príncipe de la enseñanza Cristiana en el tercer siglo”, escribió:

“Cada alma viene a este mundo fortalecida por la victorias y debilitada por las derrotas de sus vidas anteriores”.

¿Por qué la Iglesia se esfuerza tanto en desacreditar la reencarnación?

El impacto psicológico de la reencarnación puede ser la mejor explicación.

1.-Una persona que cree en la reencarnación asume responsabilidad por su propia evolución espiritual a través del renacer.

2.-Él o ella no necesitan sacerdotes, confesionarios o rituales para evitar “la maldición” (ideas estas, que por cierto, no son parte de las enseñanzas de Jesús).

3.-Esa persona necesita solamente ocuparse y responsabilizarse de sus propios actos hacia él mismo y hacia los demás, es decir, “hacia su prójimo”

4.-Creer en la reencarnación elimina el miedo al “infierno eterno”, concepto absolutamente inexistente; (La Eternidad Pertenece solo a Dios, ¡El bien Supremo!) También, creer en la reencarnación, elimina el aberrante concepto de, un “dios cruel vengativo y homicida creado por la ignorancia humana”, conceptos que la Iglesia usa para disciplinar a su rebaño.

En otras palabras, la reencarnación directamente, socava la autoridad y el poder de la dogmática Iglesia.

No es de extrañar entonces que la reencarnación ponga a los Defensores de La Fe tan nerviosos.

La Iglesia estaba defendiendo en ese acto extravagante la doctrina del cielo y del infierno y las penas eternas porque, centraba más poder en sus manos.

Y de esa forma, la reencarnación fue proscrita, ¡en un de los más graves equívocos cometidos por el Cristianismo!

En La Biblia existen suficientes referencias al fenómeno de la reencarnación, las cuales permiten argumentar que el antiguo pueblo de Israel, conocía el concepto, e inclusive para algunos de sus grupos, la reencarnación era parte esencial de sus creencias, especialmente en grupo como los Esenios, y otros que practicaban la Cábala (Kabbalah).

A pesar de que en los concilios referidos, se proscribió la reencarnación, “borrándola de la biblia”, hay muchos pasajes bíblicos que hablan de reencarnación.

Para los cristianos en particular, las citas más importantes sobre la reencarnación pueden ser encontradas en las propias palabras de Jesús en los Evangelios.

Veamos algunos ejemplos a continuación.

Durante el pasaje de la transfiguración Jesús dice a sus discípulos:

“Elías ya vino, y no lo reconocieron sino que hicieron con él todo lo que quisieron. De la misma manera va a sufrir el Hijo del Hombre a manos de ellos. Entonces entendieron los discípulos que les estaba hablando de Juan el Bautista”.

(Implicando que Juan el Bautista era la reencarnación del profeta Elías).

-Mateo 17:10-13, Marco 9:11-13, Lucas 9: 33

Jesús habla a sus discípulos sobre Juan el Bautista:

“Y si quieren aceptar mi palabra, Juan es el Elías que había de venir. El que tenga oídos, que oiga”.

(Explícitamente declarando que Juan el Bautista es la reencarnación del profeta Elías).

-Mateo 11:14-15

A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento.
Y sus discípulos le preguntaron:

–“Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres? Ni él pecó, ni sus padres –respondió Jesús–, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida.

(Implicando que el hombre había vivido previamente, antes de nacer ciego en la presente existencia).

– Juan 9:1-3

“Todos los que empuñen espada, a espada perecerán”.

(Mateo 26.52).

La Iglesia ha preferido infundir en nosotros el temor al “infierno eterno” y a “la condena eterna”, ¡antes que concedernos el conocimiento, indispensable para poder elegir y ser independientes de la obediencia ciega, o de las promesas de entrar en el Paraíso!

“Muchas otras cosas hay que hizo Jesús, que si se escribieran una por una, me parece que no cabrían en el mundo los libros que se habrían de escribir.”

Juan 21:25.

Se dice que la Biblia no enseña la Reencarnación porque en ella no está escrita esta enseñanza y por lo tanto no existe esa posibilidad.

Pero, esta afirmación ignora el hecho de que: en los concilios referidos más arriba, se proscribió la reencarnación, “borrándola de la biblia”.

Además, Jesucristo entregó su Enseñanza estratificada para el círculo interno y para el círculo externo, para lo público y para lo privado, como claramente lo destacan estos versículos bíblicos:

“No deis a los perros las cosas santas, ni echéis vuestras perlas a los cerdos.”

Mateo 7:6.

“Porque a vosotros se os ha dado conocer los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no se les ha dado…Por eso les hablo en parábolas, porque ellos viendo no miran y oyendo no escuchan, ni entienden.”

Mateo 13:11,13.

“Todas estas cosas las dijo Jesús en parábolas al pueblo y sin parábolas no les predicaba.”

Mateo 13:34,35.

“A vosotros se os ha concedido saber el misterio del reino de DIOS, pero a los que son extraños todo se les anuncia en parábolas.”

Marcos 4:11.

“Con muchas parábolas les predicaba la palabra, conforme a la capacidad de los oyentes y no les hablaba sin parábolas; bien es verdad que aparte se lo descifraba todo a sus discípulos.”

Marcos 4:33,34.

“A vosotros se os ha concedido entender el misterio del reino de DIOS, a los demás se les habla en parábolas para que viendo no vean y oyendo no entiendan.”

Lucas 8:10

A pesar del decreto del 553, la creencia en la reencarnación persistió entre los creyentes de fila. ¡Hicieron falta otros mil años y mucho derramamiento de sangre para borrar completamente el concepto!

A principios del siglo trece, (1200) los Cataros, una devota e iluminada secta de cristianos que creían en la reencarnación, florecieron en Italia y en sur de Francia.

El Papa lanzó una cruzada para detener “semejante herejía”, ¡medio millón de personas fueron masacradas, villas completas de una sola vez, y los Cataros fueron totalmente barridos del mapa!

Esta purga impuso el tono de la brutal Inquisición que comenzaría pronto. No solo la creencia en la reencarnación era causa de persecución, sino, cualquier idea metafísica que cayera fuera del dogma de la Iglesia.
HOY, DEBIDO A LA NATURAL EVOLUCIÓN HUMANA Y AL DESPERTAR MENTAL QUE ACTUALMENTE SUCEDE, DESPERTAR QUE NO ES IGUAL PARA TODOS, DADO QUE HAY ALMAS CON MÁS Y CON MENOS EXPERIENCIAS, LA MAYORÍA ACEPTA LA REENCARNACIÓN Y OTRAS VERDADES, PERO… POR INSPIRACIÓN Y NO POR DOGMA.
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Copia de UNIVERSO UNITRON
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Angel Gracia, un tipo «salao».


A Don Angel Gracia, no le conozco personalmente, pero lo siento cerca, como si fuera mi vecino, y su honestidad, su dedicación, su espíritu, su perseverancia, su responsabilidad, su claridad, me animan a extender su enseñanza.
Siempre he intuido, que la vida no tiene que ser complicada y don Angel me lo a confirmado. Algo tan lógico y natural como aprovechar el agua del mar para nutrirnos, equilibrarnos, y por consiguiente sanarnos, es el mensaje que este hombre comparte.
Nos recuerda que nuestro origen marino queda reflejado en cada cuerpo, con un medio interno de agua de mar isotónica en las células, y la «sopa marina» contiene todos elementos necesarios para mantenernos saludables.
Gracias Señor Gracia, soy un escudero incondicional por su causa, que confio termine aceptandose naturalmente por toda la humanidad.

Excusa para atacar Iran


Espero que no se cumpla.

ZION


EL PODER DE ZION O SION.
El término sionismo deriva de la palabra Sion (del hebreo: ציון, uno de los nombres bíblicos de Jerusalén). Este nombre se refiere inicialmente al Monte Sion, una montaña cerca de Jerusalén, y a la fortaleza de Sion en la misma. Más tarde, durante el reinado del Rey David, el término «Sion» se convirtió en una sinécdoque para referirse a toda la ciudad de Jerusalén y a la Tierra de Israel. En muchos versículos bíblicos, los israelitas fueron llamados el pueblo, hijos o hijas de Sion. Sion es la Tierra Prometida por Dios para los judíos. El sionismo es un movimiento político internacional que propugnó desde sus inicios el restablecimiento de una patria para el pueblo judío en la Tierra de Israel («Eretz Israel»). Dicho movimiento fue el promotor y responsable en gran medida de la fundación del moderno Estado de Israel.
CON LA EXCUSA DE UNA FRASE DE LA BIBLIA QUE ELLOS INTERPRETAN INTERESADAMENTE; «LA TIERRA PROMETIDA», ESTAN DESPLAZANDO A OTRO GRUPO DE PERSONAS CON EL QUE SIEMPRE HABIAN CONVIVIDO COMO HERMANOS CON DIFERENTES CREENCIAS, HASTA QUE LOS SIONISTAS, CON GRAN PODER ECONOMICO Y POLITICO, CONSIGUIERON QUE INGLATERRA TRAS LA 1ª GUERRA MUNDIAL (1917), CON LA DECLARACION DE BALFOUR, LES OFRECIERA LA COLONIA PALESTINA RECIEN CONQUISTADA AL IMPERIO OTOMANO, A LOS JUDIOS, PARA FORMAR LA NACION DE ISRAEL. ENTRE1920 Y 1940, PASARON DE SER DEL 1% DE LA POBLACION PALESTINA, AL 30%, A BASE DE INMIGRACION. DESDE ENTONCES NO HAN PARADO DE DESPLAZAR A LA FUERZA A SUS HERMANOS DE DIFERENTE CULTURA.

Estafas: Sida, 11S, Calentamiento Global, por Luis Carlos Campos de www.contraperiodismomatrix.com en el Congreso de Ciencia y Espiritu de Sevilla: ¡Os reireis!

Hablando claro.

Estrategias mentales

Las estrategias mentales son ideas, son pensamientos subconscientes.
Normalmente no nos damos cuenta del poder de nuestras ideas. Hay diferentes tipos, y cada una tiene una importancia.
Si fueran las patas de una mesa, una OPINIÓN sería la primera. Pero una sola pata en una esquina de la mesa no permitiría ser una mesa. Como mucho una obra de arte contemporaneo.
Una opinión es una idea personal con un argumento y no tiene mucha fuerza. Aunque es el primer paso.
La segunda pata sería una opinión con dos razonamientos , y aunque empiece a dar forma a esa mesa, seguiría sin ser firme ni funcional.
Una CREENCIA, como tercera pata, da algo de estabilidad a esa mesa, pero como te apoyes en la esquina sin pata, cae. No es del todo fiable. Puedes sufrir.
Las creencias, como su nombre indica, pueden ser ciertas o no, y no te aseguran nada. Pero cuidado con darlas por verdadero, por que nuestro cuerpo no diferencia entre lo cierto y lo que damos por verdadero. Todo depende de lo que sientas.
Una CONVICCION es la parte final de la mesa que da la solidez necesaria, es el aprendizaje comprobado, lo que queda grabado en la mente subconsciente y hace que reaccionemos automáticamente, sin dudar. Seguro que vives feliz.
Estas cuatro tipos de ideas son los moldes que dan forma a la materia pura o estrategias naturales.
Una idea aceptada conecta neuronas pero, si no se usa, esa conexión desaparece.
Si por el contrario, es usada, se fortalece, multiplicando las conexiones, creando un camino neuronal, y si este uso se repite, ese camino se cristaliza, asentandose la idea en el cerebro. Así aprendemos.
El inteligente aprende de su propia experiencia.
El sabio aprende de la experiencia de los demas.
El necio nunca aprende.
Pero como todo es relativo cuando estamos convencidos que no podemos hacer algo, realmente es que no sabemos. Todo es energia y depende de la frecuencia de vibración.
Continuará…

Sociedad

Una de las partes positivas de «La Crisis», que entrecomillo por que da la impresión de no afectar a todos, aunque nos intenten mentalizar de eso, es, a mi entender, que los que dicen que nos van a sacar de esta crisis, están al descubierto. Esta situación nos obliga a estar más despiertos, cada vez vemos más claro que para los gobernantes, lo importante es que las grandes empresas y los grupos financieros no se hundan por su valor en Bolsa. Si señor, dependemos de El mercado de valores. Y en ese escaparate, cada uno NO se ocupa de lo suyo. En este mundo globalizado, se utiliza mucho la estrategia de desviar la atención. Todos deben dinero pero apuntan al de al lado, para que su falta de liquidez no sea «la comidilla» y sigan confiando en ellos, aunque esto signifique hacer tambalear Estados, y esclavizar a su población. Ley de supervivencia; el primero que pise al otro, se salva o alarga su vida. Estamos viviendo las consecuencias de un capitalismo feroz, y espero que termine pronto.
Pues si, como iba diciendo, se trata de cargar con el muerto a otro. Y aquí lo vemos en esta España nuestra, a otro nivel. Como dice Arturo Perez-Reverte «el español contemporaneo no se aleja demasiado, ni en creencias ni en comportamiento,de su antepasado del siglo XVII. Pocas ganas de trabajar, amor por los fastos y por el lujo, y la sinvergonzonería de unos pocos pagada a regañadientes, y por puro sentido del honor, por la mayoría».
Yo creo en que esta vez aprovecharemos la escasez mal repartida, para aprender a no tener miedo, creando una nueva identidad que no permita mantener a un poder injusto, y ser un modelo, un ejemplo que se mueva por la Conciencia. No debemos seguir siendo sumisos.
Creer es Crear.

La LUZ


La Luz es energía radiante electromagnética.
El espectro electromagnético depende de la longitud de onda. A la izquierda se situa la de menor longitud de onda: Los rayos gamma.
A partir de ahí, hacia la derecha, segun aumenta la longitud de onda, están los rayos X, los rayos Ultra Violeta, la Luz visible (entre 350 y 750 nanómetros de Longitud de onda), seguido de los rayos infra rojos, el calor, las micro ondas, ondas de TV, y ondas de radio. Es decir, de la luz al sonido.
LA LUZ en la Tierra, viaja en linea recta, se refracta al cruzar algo mas denso que el aire, desviándose y descomponiéndose en colores, y se refleja, permitiéndonos ver la materia.

Según la teoría corpuscular, La luz es la reflexión de cuerpos en objetos de naturaleza diferente.

La teoría ondulatoria defiende que se propaga por un medio (eter).

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